11 feb 2012 by Jimena Black
Si, hoy esta nublado, llueve, aunque me gustaría que nevara... Hace frío, siento el frío, supongo que es una buena señal de que aun estamos vivos, el frío...
Y cuando llueve normalmente recuerdo una canción que para mí es magnífica,... "Hace frío y estoy lejos de casa..." Se que no a todos les gusta el frío ni la lluvia, pero es algo mágico, único, cada vez que llueve,... Los vidrios empañados por la respiración monótona e involuntaria de las personas, las pequeñas gotas que resbalan con fina gracia por las ventanas.
Las ramas, las hojas de los árboles sonríen y lloran de felicidad cuando llega la lluvia, cuando cae la primera gota, un segundo, un momento, un momento que tiene esa incierta epiquicidad, un segundo que transcurre en cámara lenta.
Esas pequeñas gotas que corren con una extraña rapidez tan lenta por la mejilla de aquel que observa como la lluvia traviesa va dándole vida a todo aquello que a su paso riega...
Como resbala la lluvia lenta pero intranquila sobre las sombrillas de quien corre apurado para no mojarse, como resbala rápidamente pero tranquila la lluvia sobre la cabeza de aquel que la observa con serenidad, de aquel que no teme quedar empapado y se pone a saltar y bailar de felicidad por los recuerdos que esta lluvia le trae...
Mientras detrás de las ventanas de los coches las luces se ven más grandes de lo que son, las cosas se nublan... Como si todo conspirara para que te detengas y por un segundo, ese momento eterno que no durará nada, puedas contemplar tanta belleza que hay a tu alrededor mientras cae la lluvia.
[Todos los derechos reservados © JimenaBlack]
Y cuando llueve normalmente recuerdo una canción que para mí es magnífica,... "Hace frío y estoy lejos de casa..." Se que no a todos les gusta el frío ni la lluvia, pero es algo mágico, único, cada vez que llueve,... Los vidrios empañados por la respiración monótona e involuntaria de las personas, las pequeñas gotas que resbalan con fina gracia por las ventanas.
Las ramas, las hojas de los árboles sonríen y lloran de felicidad cuando llega la lluvia, cuando cae la primera gota, un segundo, un momento, un momento que tiene esa incierta epiquicidad, un segundo que transcurre en cámara lenta.
Esas pequeñas gotas que corren con una extraña rapidez tan lenta por la mejilla de aquel que observa como la lluvia traviesa va dándole vida a todo aquello que a su paso riega...
Como resbala la lluvia lenta pero intranquila sobre las sombrillas de quien corre apurado para no mojarse, como resbala rápidamente pero tranquila la lluvia sobre la cabeza de aquel que la observa con serenidad, de aquel que no teme quedar empapado y se pone a saltar y bailar de felicidad por los recuerdos que esta lluvia le trae...
Mientras detrás de las ventanas de los coches las luces se ven más grandes de lo que son, las cosas se nublan... Como si todo conspirara para que te detengas y por un segundo, ese momento eterno que no durará nada, puedas contemplar tanta belleza que hay a tu alrededor mientras cae la lluvia.
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